DESILUSIÓN GENERALIZADA
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Vistas de la Isla y la dehesa. |
El pasado sábado 24 de Noviembre, nos volvíamos a reunir en la Ermita de Turruchel para celebrar la segunda montería del calendario de la Orgánica J.R.
La finca a unos 15 minutos de la localidad de Villapalacios, provincia de Albacete, era desconocida para la mayoría y también para mí que la monteaba por primera vez.
La componen unas 900 has. de fuerte monte de Sierra Morena, lentiscos, chaparros, etc. en general muy tupida; con cuatro zonas diferenciadas, dos umbrías, una solana y la dehesa en la parte baja.
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Vistas hacia la Umbría. |
Una vez finalizado el sorteo se cerraba la mancha sobre las 12:30h. de la mañana, montando las trece armadas de las que constaba la montería; un total de 58 puestos, más postores y algunos puestos de la propiedad; a priori pueden parecer muchos pero la extensión de la mancha a cazar y lo tupido del monte lo requieren para que no se salga la caza. La batirían 14 rehalas.
En esta ocasión me tocaba montar la armada de Rayas Negras, siete puestos más el mío; desde mi posición pude ver varias reses que intentaban abandonar la mancha una vez entraron los remolques de las rehalas a la misma, tirando un venado que cobré de un tiro fortuito en el cuello.
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Vistas de la zona alta de la solana. |
La montería comenzó con numerosas ladras generalizadas, pero escasos disparos; la fuerza de las rehalas era insuficiente para hacer salir la caza debido a la gran cantidad de monte y a la extensión de la mancha, no cumpliendo a los puestos y burlando a los canes.
Bajo mi opinión, la finca necesita varios cortafuegos donde situar traviesas que tiren antes la caza.
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Vistas de la parte alta de la solana. |
Una vez finalizada la montería me dispuse a recoger a los puestos de mi armada, y un montero me comentaba como se le habían colado dos cochinos con el rifle enfundado.
La caza se había quedado a escasos metros de los puestos, debido a que los rehaleros no habían finalizado la mano; posiblemente debido al retraso que llevaban al cazar tan despacio en este tipo de fincas.
La vuelta hacia los remolques la realizaron muy rápida, cuando de sobra todos conocemos que en este tipo de fincas, los cochinos salen "a la vuelta", mas que al principio.
Las caras que me iba encontrando eran de desilusión, incluso algún que otro cabreo por cómo había transcurrido la jornada. En la parte de la umbría especialmente se había dado muy mal, estando casi toda la caza en la solana.
Junto con otros postores nos pusimos manos a recoger las reses, que aún siendo matacuelga, esta orgánica siempre le recoge la caza a los monteros, para que disfruten antes de la comida.
Finalmente y como siempre fuí el último en llegar con los remolques a la junta de carnes, compuesta por 3 venados, uno de diez puntas y dos de doce, muy bonitos, más 4 ciervas y 25 cochinos, con una boca significativa. Quedando algunos cochinos agarrados por los perros en el monte.
Un resultado muy escaso, por lo menos para mi opinión, ya que las espectativas que se crearon para esta finca, estando cuatro años sin montear, sorprendiendo a todos, sobre todo a José Ramón.
Se el trabajo y el interés que ha depositado en la finca, como todas las que prepara y en este caso la recompensa no ha sido proporcional.
Tendrá que analizar la montería detenidamente, para encontrar posibles errores o factores que hayan influido para que el resultado no haya sido mejor.
Quiero agradecer a todos los monteros que compusieron mi armada, la
caballerosidad con la que se comportaron, ya que un buen montero
entiende que la caza algunas veces es así.