De la mano de Pedro Collado ( Servícios Cinegéticos Collado Caza ) nos dábamos cita en la Ermita de San Cristóbal, Albadalejo, para montear por segunda vez esta temporada la Finca las Silletas.
Domingo 16 de Febrero, este fue el día elegido para dar por concluida la temporada montera para muchos de nosotros, aunque algunos afortunados la extenderán hasta el viernes 21 de febrero.
Con el cátering instalado, nos recibía esta novel orgánica, en tan bonito paraje de tierras Ciudadrealeñas.
El sorteo de los 30 puestos no tardó en producirse, con las oportunas palabras de Pedro, recordando las normas de la montería; cazaríamos sobre ciervos, ciervas, muflones, muflonas y jabalíes, a caño libre, para realizar gestión dada la densidad de reses que soporta la mancha y los daños que ocasionan.
Las seis rehalas que batirían parte de la finca, estaban preparadas. Estas se encuentran en su máximo apogeo, con algunas bajas ocasionadas durante la temporada.
Me tocó en suerte el puesto 4 de la armada de la casa, próximo al cortijo de la finca, y con unas vistas insuperables. El tiradero era tremendo. En esta ocasión me acompañaba mi amigo Vélez. Jugaríamos alternativos lances, como mandan los cánones.
Nada más llegar al puesto, las reses comenzaron a moverse, como siempre relato, saben que algo va mal ese día. Jugué el primer lance sobre una cierva, a algo más de 200m. apoyado y bien tranquilo, un disparo y cayó rodando, cada día estoy más contento con mi nuevo calibre (338w.m.).
Pasados unos minutos, divisamos tres jabalíes que se acercaban a lo lejos, pero no cumplían al puesto, y mi compañero decidió probar suerte, pero sin fortuna, demasiado lejos, unos 300m.
Al poco, y recuerdo que todavía no se habían soltado las rehalas, aparecieron por nuestra izquierda, un grupo reducido de muflones, 3 o 4 hembras y dos machos jóvenes de escasa porte, decidí probar suerte sobre el mejor de ellos, pero los nervios me traicionaron y no conseguí abatirlo, habría uno 170m.
Como podéis observar los tiros eran a muy larga distancia, dificultándo los abates, y poniéndonos a prueba en cada lance.
Las rehalas comenzaron a entrar en la finca, el tiroteo era espectacular, parecía un ojeo de perdices.
Pudimos disfrutar de varias sueltas de podencos desde nuestro puesto, repito, las vistas impresionantes.
Comenzó el festival y la tensión duró toda la jornada, muchas, muchas ciervas, algunos jabalíes y muflones, vaciaron los rifles de casi todos los puestos. Gente sin balas.
Nosotros abatimos unas cuantas ciervas, sin suerte sobre las demás especies. Nos cumplió un venadete de cuatro puntas que dejamos pasar. En fin, mucha caza. Relación calidad precio, difícil de superar.
De vuelta al cortijo, y unas buenas abichuelas monteras con un buen tapeo, que más se puede pedir.
Comenzáron a llegar los remolques, con algunas sorpresas. Un buen venado presidía el tapiz, cobrado por Antonio Peláez, de Navas de San Juan. Un bonito muflón de mi amigo Salvador, que erró otro mejor.
Algún cochino, se vieron muchos, pero sin fortuna para los monteros, se llevan muchos tiros.
Y un gran número de hembras, probáblemente llegarían a 70/80 animales, quedando caza en el monte cuando yo me marché, felicitando a Pedro.
Una montería muy entretenida y divertida, muchos tiros, seguramente superaron los 500.
Antonio con su venado, Felicidades. |
Los amigos de la Peña Montera de la Cuerda al Sopié. |
Los podenqueros y hermanos, Carlos y Jaro. |
Salvador con su muflón. |
Sólo me queda felicitar a Pedro Collado y a todos su ayudantes por el buen día que nos brindaron. Te deseo mucha suerte en este mundo tan difícil de la caza, sigue así.
valla par de podenqueros carlos y jaro.una garantia por donde cazan .enorabuena por vuestras rehalas
ResponderEliminar