Un año más, regresábamos a la finca Fuente del Campo, propiedad de Juan Valiente, situada en el término de Villarrodrigo, Jaén. El tiempo pronosticado para este domingo 18 de enero era bastante malo, lluvia y posibilidad de nieve en cotas bajas, pero la ilusión y la afición pueden con todo eso y más.
Nos reuníamos como de costumbre en el Hotel Don Juan; algunas caras conocidas regresaban a esta finca después de varios años, como mi amigo Eduardo Barea que me narraba brevemente los malos momentos que vivimos los monteros en referencia a los últimos accidentes ocurridos.
El chef del Hotel nos deleitaba con unas deliciosas migas para entrar en calor y prepararnos para la que nos iba a caer. Los primeros copos de nieve hicieron acto de presencia momentos antes del sorteo.
Antes de proceder al sorteo por armadas, nos recordaban tanto Juan como Eloy las normas de seguridad tan conocidas por todos los monteros pero insuficientes en algunos casos. Se vivieron momentos tristes cuando se recordaba la trágica pérdida de nuestro compañero Juanma, recientemente fallecido como consecuencia de un accidente de caza, se rezó un Padre Nuestro por él y todos los monteros fallecidos.
Sobre las doce y media de la mañana nos situamos en nuestros puestos, en mi caso nº 5 del barranco de la romera, una traviesa que siempre cumple, pero en la que hay que estar muy hábil con los cochinos, ya que el tiradero es muy sucio. Nada más soltar las rehalas, el tiroteo era tremendo, reses y cochinos nos ponían a prueba con la dificultad añadida de la lluvia que nos estaba callendo.
Pude tirar tres cochinos practicamente seguidos, quedándome con el último, más tarde comprobaría que era una tremenda marrana. La armada casi tiró al completo y con éxito, 14 animales entre 8 puestos.
La montería en general estubo muy entretenida, muy pocos puestos de los 55 marcados, se quedaron sin jugar algún lance. La montería como más tarde se comprobaría en la junta de carnes había sido un éxito.
Las 14 rehalas trabajaron de lo lindo y realizaron numerosos agarres ya que los cochinos no querían romper a las posturas.
En el recuento final
20 jabalíes, destacando una boca mediana,
5 venados, destacando dos venados de 14 puntas muy bonitos y una
veintena de ciervas. En el monte se quedaron varios agarres que se produjeron, dos de ellos oídos desde mi puesto.
Y puedo asegurar que no se mató más caza por culpa del día tan malo que hizo para montear. Como anécdota me narraban dos jóvenes monteros que habían realizado 35 disparos y habían cobrado una res.
Como observaréis después no hay una fotografía del plantel general porque el organizador autorizó empezar con el despiece de la carne antes de estar todas las reses juntas, dada la prisa que tenían algunos monteros por regresar a sus casas, quedandoles a algunos varias horas de viaje de vuelta.
Tan sólo me queda felicitar a la propiedad y a todas las personas que colaboraron para hacer posible un día de caza tan satisfactorio. Gracias a todos y en especial a la familia
Valiente.
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Juan Valiente recordando las normas de montería. |
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Eloy rezó un Padre Nuestro en memoria de Juanma. |
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Mi hija colaboró en el sorteo. |
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Los dos venados de 14 puntas que se cobraron. |
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Mi mujer y mi hija junto con la cochina que conseguí cobrar. |
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Carlos con uno de los mejores venados. |
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Excelente montero y mejor amigo, Basilio. |