MONTERIA EL VILLAR

Rosalen, con el mejor venado que se abatió.

La primera montería de la Orgánica J.R. este año, y el primer éxito de la temporada. Se cumplieron las expectativas creadas para esta montería, aun habiendo sido muy buena el año pasado; esta temporada no ha defraudado, siendo muchas las caras de satisfacción por parte de los monteros asistentes, que es el mejor "plantel" que puede recibir un orgánico. Felicidades José Ramón.

Nos dábamos cita en la Ermita de Turruchel, de sobra conocida por sus reuniones monteras, degustando unas deliciosas migas elaboradas por el cátering de la orgánica. Los monteros comenzaron a llegar, reencontrándose con compañeros de años anteriores, abrazos y apretones de manos, la caza hace amigos.

El sorteo se hizo por armadas, para agilizar los cierres de la mancha, escasa de monte para sujetar a las reses. Monteábamos las 600has. de esta mancha con 39 puestos, más postores y varios puestos de la propiedad. El día era excelente para cazar, había estado lloviendo anteriormente de forma abundante y los caminos y arroyos rebosaban de agua.

Estaba montando la armada que me tocó poner, y comenzaron a escucharse los primeros disparos, más de 50 detonaciones pude escuchar y no habían soltado las rehalas, esto pintaba bien.

Las 5 rehalas que batieron la mancha dieron la primera mano muy alta, cargando las reses hacia los puestos más bajos, sobre todo la armada del río Sequillo, habiendo puestos que se quedaron casi sin balas, con numerosos lances a venados y cochinos. 

La montería tuvo su apogeo practicamente en la primera hora, quedandose los rehaleros sin perros, distribuidos por toda la mancha arrastrados por las reses hacia sus querencias. La mano de vuelta fue practicamente nula, debido a la dispersión de las rehalas, quedando algunas zonas de la mancha sin batir, pudiendo haber hecho algún levante de reses más, pero bueno, ya están para otro año, se trata de cazar y  no de aniquilar todo lo que albergue una finca.

Ahora empezaba lo bueno para la organización, recogida de puestos rápida para que todos los asistentes pudieran disfrutar de la comida y los postores y colaboradores, junto con las caballerías, ponernos mano a la obra, como se suele decir, para marcar y recoger las reses abatidas.

Una vez más, la orografía de la finca y las aguas caídas, hicieron interminable la recogida de reses, que más bien parecia un "rescate de alta montaña", siendo insuficiente las cuatro mulas contratadas para tal fin, y quedando algunas en el monte una vez se hizo de noche, que serían recuperadas el día siguiente.

En la junta de carnes se habían presentado a las 19:30 de la noche, 5 venados, 16 ciervas y 35 cochinos, con tres bocas pequeñas y una muy buena; dando por finalizada la primera montería de esta Orgánica esta temporada; nos vemos en los Baños del Relumbral.

Quisiera dedicar este artículo a los arrieros y a sus mulas, familia Rosalen, que hicieron honor a su coraje, para demostrarnos cómo se trabaja en estas condiciones tan adversas, gracias a ellos podemos presentar los resultados obtenidos, que sería imposible de cualquier otra forma.

Roberto y Basilio, con las caballerías.

Otro venado abatido, como este, tres más.

Resultado de otro puesto.

El futuro montero.

Dos cochinos cobrados en su puesto.

Javi y Justo, con los venados cambiados.

Haciendo gestión.

Panorámica desde el puesto.

El mejor de la montería, ya de noche.