lunes, 3 de febrero de 2014

MONTERÍA EN CERRO VICO

El Domingo 2 de Febrero, se monteaba la finca Cerro Vico, situada en las proximidades de Bienservida, Albacete. Gestionada por la Sociedad de Caza de la localidad, y presidida por Benjamín.

La mancha muy característica, está formada por un gran cerro, de tupido monte en su cima, pero más despoblada en las faldas y rodeada de olivares, con una fuerte orografía.

El terreno y caminos, estaban intransitables en su mayoría, por lo que fue necesario la ayuda de un tractor para poner las armadas más altas.

Se cerraba la mancha con 35 puestos y la batian 3 rehalas de la zona. La mancha tendrá una extensión aproximada de 350 has.

La junta, como viene siendo habitual, se rehalizó en la cafetería Silven, de la localidad, punto de reunión para todas las expediciones de esta sociedad, compuesta por una treintena de socios, que suelen invitar a algunos amigos en sus jornadas, para cubrir los puestos vacantes y poder cerrar las manchas, y a su vez compartir algunos gastos como los de las rehalas.

En el sorteo me tocó el puesto 4 de marañales, a las faldas del cerro, con unas  preciosas vistas y un amplio tiradero. Desde el mismo podía ver otros 4 puestos, por lo que intuía que por lo menos podría disfrutar de lances.

Sobre las 12.30h. se soltaron las rehalas Jose, Vaquero y la de Luciano de Riopar, buenos perros y curtidos en estas duras sierras, esto no son dehesas ni campillas, aquí hay que tener dos bien puestos, para desencamar a los cochinos de los lentiscos.

El primer lance no tardó en producirse, 3 jabalíes le entraron a uno de los puestos, quedándose con uno y pinchando otro, que desapareció entre el montizal. El montero era el Herrero, que en este caso era el postor, cubriendo la plaza de su hermano Fran, lesionado y de baja, pero bien informado por el omnipresente Wassap.

Podía disfrutar con los prismáticos de estupendos lances, pero muy lejos para mí. El segundo lance, se produjo más cerca, y era jugado por Emilio, situado en el puesto anterior, errando tres marranos a escasos metros que cumplían perfectamente. Una lástima.

El tiroteo era intenso, algo más de un centenar de disparos. Todo trascurrió muy deprisa, en poco más de dos horas, se enfrió la cosa, pero algo me decía que todavía habría una oportunidad para mí, y así fue. Con la vuelta de las rehalas, el llatido de una podenca, nos ponía en alerta, y el Herrero volvía a tirar sobre un enorme jabalí, que descendía en mi dirección, me agarré fuertemente a mi vara de tiro y una vez metido en el visor, le solté tres disparos pausados, calculando bien el adelanto, a algo más de 200m. pero con la gran fortuna de engancharlo algo bajero, en la panza. Con la gran suerte de que la rehala de Jose y su compañero Luciano, se tropezaban con el berraco y tras una carrera de 300 metros, lo alcanzaban y remataban.
"Es una cochina, tendra unos 130k.", me gritaba el podenquero,  a la vez que se me iba la ilusión de un gran macareno, pero recompensado por tan grato lance.

Finalmente, tras una gran tarea para recoger la caza, se contabilizaron una veintena de jabalíes, destacando dos bocas. Sólo me queda felicitar a los monteros afortunados, que fueron muchos (raro fue el puesto que no tiró, ya que caza había mucha) , y sobre todo a la Sociedad de Caza que está realizando una gestión magnífica, con fenomenales resultados en sus monterías. Y especial mente felicitar a la rehalas por un buen trabajo, ya que si no fuera por ellos, quedarían gran cantidad de animales pinchados que no cobraríamos.





Las rehalas

Mi marrana

Emilio con el Herrero

El mejor del día

El de Domingo

Domingo y Vélez con el del primero








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